miércoles, 1 de abril de 2009

“Un golpe a los libros”: el control sobre la cultura durante el último gobierno militar

A pesar de haber surgido por separado, las investigaciones de Hernán Invernizzi y Judith Gociol se reúnen en “Un golpe a los libros” (Eudeba, 2002) bajo la hipótesis de que la última dictadura militar (1976-1983) implementó un plan sistemático de control sobre la cultura y la educación.

Tanto Gociol, cuya investigación surgió en el marco del vigésimo quinto aniversario del golpe, como Invernizzi, quien hacía un año coordinaba un proyecto llamado “Represión y cultura” en la Dirección de Bibliotecas de la Ciudad, insisten en remarcar que la quema de libros es la consecuencia visible de una “una estrategia que fue pensada” por equipos de universitarios y de académicos que controlaban la cultura del país.

El proyecto se basó en documentos secretos que pertenecían al archivo de inteligencia del gobierno militar y que fueron encontrados en abril de 2000 por un empleado del Ministerio del Interior en el ex Banco Nacional de Desarrollo (Banade). Según Invernizzi, ese hallazgo reveló que estaban “frente a una política cultural y no, como dicen muchos, que los militares son todos brutos”.

La investigación no sólo se refiere a la prohibición de libros y autores sino también a la imposición de una cultura determinada por los intelectuales que trabajaron para el gobierno de facto. Invernizzi sostiene que “por cada libro quemado hay un libro editado por los que queman libros”.

Por eso, del control sistemático que los militares ejercieron sobre la cultura y de la participación de académicos para la elaboración de este plan, quizás lo más alarmante sea, como afirma Invernizzi, que “esos tipos siguen metidos en el sistema universitario de nuestro país”.

Nota realizada en 2006.

No hay comentarios:

Publicar un comentario